La terapia del aceite descarga al hígado de seguir depurando y eliminando las toxinas de la sangre. Visiblemente se elimina el sangrado de encías y reaparece blancura en los dientes.
Es un método tan sencillo como eficaz. Necesitas aceite de girasol, de sésamo o de oliva sin refinar y prensado en frío. Por las mañanas en ayunas, tomamos, sin tragar, una cucharada de aceite. Lentamente se enjuaga la boca, durante unos cuatro minutos. De esta forma el aceite activa las enzimas liberadas, las cuales extraen las toxinas de la sangre. Escupimos para no reabsorber las toxinas. Para optimizar los resultados, después se enjuaga la boca con media cucharadita de bicarbonato sódico o media cucharadita de sal marina sin refinar disuelta en agua. Estas soluciones eliminan los restos de aceite y toxinas.
"Limpieza hepática y de la vesícula" Andreas Moritz.
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